HOLLYWOOD  Y LA MÚSICA DEL CARIBE COLOMBIANO

Por Rafael Campo Vives

En sus comienzos, el cine mudo fue ambientado musicalmente a través de un ejecutante del piano u órgano  quien recreaba, improvisaba y asociaba la música  a las diferentes escenas que se iban sucediendo. Posteriormente se incorporó la orquestina, pequeña agrupación que hizo más  real y transcendental el argumento fílmico debido a que la variedad de timbres instrumentales complementaban de manera más directa la trama o guión. Fue ésta, la génesis de lo que hoy se conoce como bandas sonoras o música cinematográfica. 
Pero históricamente, la cinematografía siempre ha recurrido a la música ya compuesta. El empleo de la música clásica fue un recurso obligado en los inicios del cine americano y europeo. Géneros musicales como el pop, el rock,  además de una infinidad de músicas nacionalistas contribuyeron de manera decisiva a que los largos y cortos metrajes de la época se hicieran aún más atractivos para el público y los cinéfilos.
Una de las primeras canciones colombianas incluidas en los largos metrajes de Hollywood fue el merengue-fandango “Pájaro amarillo” compuesto en el año de 1960 por el compositor colombiano Rafael Campo Miranda. Esta canción del Caribe colombiano, inspirada en los llanos orientales,  fue incluida en la película de acción de la Paramount picture “El mundo de los aventureros” filmada en 1970 en algunas ciudades colombianas.
El argumento se basa en la revolución que se sucede en un país imaginario de Latinoamérica donde la violencia y la corrupción política es el común denominador.  Luego que los alzados en armas se toman el poder, se genera una corrupción dictatorial. Un acaudalado hijo descubre que su padre fue asesinado y regresa del extranjero para desencadenar y derrocar la dictadura reinante. En un cese momentáneo del fuego se observa como una familia con sus hijos huye y abandona el pueblo a través de una carreta cantando los niños los versos de la canción “Pájaro amarillo”:

                                        Sobre el juncal florido del riachuelo
                                         
Viene volando un pájaro amarillo.
                                          Lleva, llevá en su piquito
                                         El primer besito que diste
                                        Que se perdió en llanura.

y  luego rematan cantando el coro al unísono:

                                           Pasó volando y no han cantao, 
                                          Porque llevá el pico apretao.
                                          Pajarito resabio. 
                                         Suelta ese beso robao.

Para la filmación se adecuaron escenarios naturales de Colombia como la Antigua estación del ferrocarril de Manizales y la Plaza de Bolívar de Bogotá, entre otras locaciones. De esta manera y como suceso premonitorio, los bogotanos verían por primera vez en imagen fílmica algo que décadas más tarde se volvería una escena de la vida real: los tanques de guerra disparando en plena Plaza de Bolívar.(Toma del Palacio de Justicia, 1985)
Dirigida por el guionista y productor británico Lewis Gilbert en 1969,  “El mundo de Los Aventureros” fue estrenado en Austria.  Esta película netamente norteamericana, consta de un reparto actoral encabezado por la afamada actriz californiana Candice Bergen seguida de otros actores destacados del momento como los estadounidenses Ernest Borgine, Olivia Mary de Havilland, el bosnio Bekim Fehmiu, el español Fernando Rey y Charles Aznavour cantante, compositor y actor francés de origen armenio. 

Entre los arreglos que se han hecho sobre dicho tema debe resaltarse uno meramente instrumental incluido en el álbum “Música del Caribe colombiano para Guitarra” con arreglos de Rafael Campo Vives. Concebido sobre la forma musical fantasía, la obra comienza con una introducción muy de llanura andina donde se destaca ante todo la melodía original para luego desarrollarla mediante modulaciones a tonalidades mayores muy a pesar que la canción original está concebida en el modo menor.

El credo o doctrina musical sobre la cual se ha concebido el arreglo de “Pájaro amarillo” y por ende el álbum discográfico “Música del Caribe colombiano para Guitarra” descansa sobre una estética que busca la belleza expresiva. Con una duración aproximada a los cuatro minutos, la Fantasía Caribe No 2 sobre “Pájaro amarillo” es quizás una de las piezas más atrayentes del álbum. Esta  producción discográfica ya se encuentra en el mercado nacional e internacional tanto en CD físico como en las diferentes plataformas virtuales.