El pianista Oscar Peterson y el oído absoluto

Oscar Peterson

Una de Ias señaladas diferencias entre Ia música clásica y el jazz estriba en Ia importancia que para el músico clásico tiene el contexto temático de una obra musical. Mientras en el clasicismo el concepto global de una determinada forma musical adquiere un valor absoluto en el jazz por el contrario, cualquier motivo, frase o tema melódico no es más que el punto de partida. Y este factor o idea referencial en el jazz hunde sus raíces en un elemento aleatorio esencial en este género musical sincopado: Ia improvisación o desarrollo a partir de un tema dado recreando sobre el momento  una obra transfigurada. Sea cual fuere el estilo o tendencia del jazzista, Ias libertades rítmico-melódicas de su ejecución confluyen en sonoridades coherentemente imprevisibles.
El pianista canadiense Oscar Peterson (1925-2007) cuyos 91 años de su natalicio se conmemoraron en el pasado mes de agosto,  hacía de Ia improvisación en el piano un ejercicio fácil en apariencia. Su rapidez en el teclado alcanzaba a veces límites sobrehumanos. Tocaba únicamente Ias notas necesarias en el solo, evitando sonidos inútiles sobrecargados de clisés y plagios que desgranan a diario ciertos jazzistas carentes de creatividad. Peterson elevó o dimensionó el jazz hasta el punto de incorporarlo a los exclusivos salones clasistas de Ia época. Insuperable fue por otra parte, su concepción del trío de jazz, formato con sello personal con el que recorrió el mundo.
Entre sus muy variados talentos musicales (insigne compositor, arreglista, pianista, productor,) es digno de mencionar Ia agudeza de su oído musical o mejor, su oído absoluto activo (perfect pitch) facultad consistente en identificar musicalmente uno o varios estímulos auditivos simultáneos sin ningún tipo de apoyo instrumental, diapasón o sonido referente. Tal facultad que consideramos innata, mas no desarrollada, Ia tuvieron, entre otros, Bach, Mozart, Paganini, Liszt, Tckaikovski Wagner,Miles Davis, Ella Fitzgerald y actualmente, Stevie Wonder, Frank Sinatra y Michael Jackson, Barbra Streissand, Mariah Carey, Charly García, entre otros.
El oído absoluto aparece además,  en personas no propiamente músicos y niños autistas o personas con el síndrome de Williams-Beuren. El número de personas con oído absoluto activo en solo Estados Unidos estaba en la proporción 1/10.000 habitantes hasta el año 1995. Indudablemente esta proporción ha aumentado considerablemente. Generalmente cualquier músico bien sea, académico o empírico es portador del Ilamado oído relativo el que se logra como  resultado de una persistente práctica auditiva dentro de su formación musical.
Como leyenda del jazz que fue, Oscar Peterson compartió escenarios con otros grandes de Ia época, como Louis Armstmng, Duke Ellington, Dizzy Gillespie y Ella Fitzgerald, por nombrar unos cuantos. Su dotado oído, aunado a su portentosa musicalidad le permitía transcribir en partitura toda una orquestación, fuese esta de vientos, percusión o cuerdas respetando fielmente criterios de timbre, color, tonalidad, dinámicas y demás complejidades sonoras.
Este cultor del teclado, quien en vida recibió Ia Oficial Orden, mayor condecoración civil que se le puede otorgar a cualquier ciudadano canadiense vio afectada en sus últimos años su salud de manera considerable debiéndose retirar de los escenarios. Volvió años después, pero ya mermado en algunas de sus facultades. Falleció a los 82 años.